Presentamos el siguiente testimonio donde vemos la colaboración entre los profesionales de diferentes países. La Dra. Angélica visita en Paraguay y desde nuestra página facilitamos el contacto para las personas que nos visitan desde este hermoso país. www.fertilitycare.com.py

Somos Alma y Alejandro, un matrimonio joven que reside en Madrid. Desde el primer momento hemos optado por los métodos naturales para la planificación familiar.

En un principio habíamos decidido posponer la búsqueda de nuestro primer hijo, debido a ciertas condiciones laborales. Después de un año de casados, iniciamos la búsqueda. Siempre pensamos que sería fácil conseguir un embarazo, muchos de nuestros amigos lo conseguían a la primera o en pocos meses, sin embargo ese no fue nuestro caso.

Tras un año de búsqueda el niño no llegaba. Nuestra ginecóloga nos decía que recién después de dos años de búsqueda se podrían iniciar ciertos estudios, que hasta el momento no se podía hacer nada.

Esa respuesta no nos dejó tranquilos, así que nos pusimos en contacto con nuestra ginecóloga de Paraguay, la Dra. Angélica Sarmiento, y ella nos comentó que se estaba especializando en un nuevo método, la Naprotecnología, y que conocía a una colega que estaba en Madrid, la Dra. Helena Marcos, que también estaba haciendo la misma formación y que nos podría acompañar.

Desde el primer momento la doctora Helena nos transmitió mucha confianza. Lo primero fue introducirnos en el Creighton Model System, conocer las características de las observaciones para poder realizar las gráficas.

Fue un gran desafío que las observaciones y el registro se vuelvan un hábito cotidiano, pero poco a poco se convirtieron en parte de nuestro día a día.

Después de observar la gráfica de varios ciclos, la doctora propuso a Alma que se hiciera unas analíticas en días puntuales del ciclo, las cuales nos mostraron que tenía bajo niveles de progesterona.

Después de cinco meses ya teníamos un diagnóstico del cual partir y un tratamiento basado en la Naprotecnología.

Seguir el tratamiento implicó mucho compromiso y predisposición, hemos tenido que ser metódicos y rigurosos en la observación, registro y en la medicación.

Todo sacrificio mereció la pena, porque después de un año de la primera consulta recibimos la bella noticia de que estábamos esperando a nuestro primer hijo.

Haber encontrado a personas que dedican su vida para ayudar y acompañar a matrimonios como el nuestro, ha sido realmente una bendición. Estamos muy agradecidos con todos ellos, pero especialmente con la Doctora Helena que nos acompañó pacientemente en todo el tratamiento.

Para nosotros ha sido realmente un gran don, deseamos que la Naprotecnología llegue a todas las personas que lo necesitan. Nuestra gratitud y alegría es infinita.