Juan y Cristina, Madrid
Embarazo en noviembre de 2016, nacimiento en agosto 2017
Es posible lograr el embarazo en los primeros meses ya que el aprendizaje del modelo Creighton determina con exactitud el momento de la ovulación, proporciona seguridad, confianza y une más al matrimonio.
Conocimos la Naprotecnología a través de un matrimonio amigo. En aquél momento llevábamos casados dos años y los hijos no habían llegado. Al escuchar hablar del modelo Creighton y de posibles signos que podrían indicar alguna alteración hormonal en el cuerpo de la mujer, reconocimos lo que estábamos viviendo, algo que hasta ahora el ginecólogo nos había dicho que era normal en el ciclo de la mujer.
Dos meses después, comenzamos a aprender el modelo Creighton (previamente, éramos usuarios del método sintotérmico). Nos gustaría destacar que la metodología nos ayudó a ir aprendiendo y consolidando conceptos y a interpretar con objetividad las observaciones, sintiéndonos cada vez más seguros y confiados en su uso, así como más unidos, puesto que este modelo cuida especialmente el diálogo y la unidad matrimonial.
Por otro lado, fuimos haciéndonos algunas pruebas básicas que recogieran una primera información para acudir a consulta con la doctora Mena.
Sin embargo, nuestro segundo ciclo de Creighton se fue alargando cada vez más, y es que con el conocimiento de los días fértiles del ciclo resultó que ¡estábamos esperando nuestro primer hijo! El pequeño nacerá, si Dios quiere, el próximo mes de agosto.
Conocer la Naprotecnología y el modelo Creighton supuso para nosotros una respuesta y un camino de esperanza. Nos sentimos muy agradecidos, especialmente a nuestra monitora Miryam Zapata y a la Doctora Mena, por su disponibilidad, cercanía y compromiso con nuestra situación personal.